«Mucho ruido y pocas nueces», reza la expresión idiomática. La «Cumbre para un nuevo pacto financiero mundial» organizada por el presidente francés, Emmanuel Macron, concluyó este viernes con diversas propuestas sobre la mesa para financiar la lucha contra la pobreza, el cambio climático y reducir la deuda de algunos países.
Si bien la Cumbre convocada por Macron congregó a más 40 jefes de Estado y de Gobierno, el presidente francés es consciente de que las resoluciones no tienen carácter vinculatorio, por lo que hará falta reuniones posteriores en los siguientes meses.
Sin embargo, el presidente sí pidió «soluciones muy concretas» para darle trámite y reformar la financiación al desarrollo para que los países más afectados por el cambio climático puedan hacerle frente.
Por ejemplo, se pronunció a favor del establecimiento de una fiscalidad internacional para financiar la lucha contra la pobreza y el cambio climático y volvió a hacer énfasis en aplicar una tasa sobre el transporte marítimo.
Macron puso especial énfasis en el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para que se movilicen e inviertan mucho más.
También mencionó al sector privado en general señalándoles que no han estado «a la altura» y por lo que deben ponerse «al servicio del planeta».
A lo argumentos de Macron se sumaron las observaciones del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien denunció que la actual estructura financiera internacional es «obsoleta» y se debe apostar por medidas urgentes para conseguir una mayor justicia mundial.
Ilan Goldfajn, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, puso como ejemplo parte de las iniciativas de la institución en América Latina y el Caribe. Destacó que ha puesto en marcha diversos instrumentos como intercambios de deuda por naturaleza, los bonos vinculados a la sostenibilidad y las cláusulas de deuda resiliente al clima (o de catástrofe).
Por alusiones directas, los representantes del FMI y el BM respondieron y anunciaron planes de reforma a su funcionamiento.
En ese sentido, el FMI, por medio de su directora ejecutiva, Kristalina Georgieva, indicó que luego de un acuerdo, redirigirán US$100,000 millones de los Derechos Especiales de Giro a favor de las poblaciones más vulnerables.
Ajay Banga, nuevo presidente del Banco Mundial, presentó un laboratorio de inversiones que buscará librar los obstáculos para que los capitales privados alimenten de forma masiva los mercados emergentes con los «billones de dólares» anuales que harían falta cada año.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, insistió por su parte en que hay que reducir la deuda de los países más endeudados mediante una renegociación con los acreedores porque la viabilidad de esa deuda «es un pilar esencial para la estabilidad económica».
"I am very proud to announce a new debt pause option for countries suffering in the aftermath of a natural disaster. That was made possible because of YOU. You are the Bank stakeholders; you are the shareholders. This is actually YOUR Bank." Ajay Banga & @miaamormottley @GlblCtzn pic.twitter.com/DtbT0SE0TI
— World Bank (@WorldBank) June 23, 2023
Sobre las formas de aliviar el peso de la deuda para los países más pobres, el principal anuncio fue un acuerdo de reestructuración de la de Zambia.
La nación africana, que tuvo que declarar una suspensión de pagos en 2020, alcanzó un acuerdo de reestructuración con un comité formado por países acreedores reunidos en la Cumbre.
En un comunicado del Gobierno francés, el acuerdo fue aceptado; el próximo paso es firmar un memorando de entendimiento.
Esto permitirá un segundo desembolso de financiación del FMI y supone un reconocimiento a los considerables esfuerzos realizados por Zambia para reconstruir su economía y aplicar un ambicioso programa de reformas.
Barbados y Colombia, cuyos representantes participaron en la Cumbre, hicieron sendos llamados a la actuación concreta de las naciones desarrolladas.
Mia Mottley, primer ministra de Barbados, exigió una «transformación absoluta» del sistema financiero y no sólo «una reforma».
En otro tenor, el presidente colombiano, Gustavo Petro, demandó la puesta en marcha de un «plan Marshall» para financiar la lucha contra la crisis climática que, aseguró, «no puede ser resuelta por el mercado, que es quien la ha creado».
Quien fue más enérgico en su tono fue el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien apuntó sus baterías hacia el estado de las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio de la Unión Europea y el Mercosur y que haya «amenazas» entre bloques que deberían ser socios estratégicos.
Por otro lado, Lula recordó las desigualdades que existen en el mundo y los desafíos a los que países como el suyo deben enfrentarse a una combinación entre la pobreza y el cambio climático.
Con la ausencia del presidente Xi-Jinping, pero representado por su primer ministro, Li Qiang, China hizo un llamado a favor del libre comercio y la liberalización de la economía para favorecer el desarrollo.
Para que lo anterior ocurra, dijo el primer ministro, se debe rechazar el proteccionismo y los movimientos que fracturan las cadenas de aprovisionamiento.
Qiang puso como ejemplo que su país ha sacado de la pobreza a 100 millones de chinos han en los últimos 10 años y también que la nación asiática lidera la implementación de energías renovables como la eólica y la solar, y es el país donde más vehículos eléctricos se venden.
En un evento paralelo, la activista ambiental sueca, Greta Thunberg y otros defensores medioambientales dijeron «no esperamos nada concreto de las reuniones», pues «Lo más importante de esta cumbre es crear una visión hacia el futuro en la que se incluyan los aspectos de equidad global y justicia climática».
Week 253. Today we are protesting in Paris, during the Summit for a New Global Financial Pact. We need a clear vision and concrete milestones for reforming the global financial systems to prioritise people and planet.#FridaysForFuture #EndFossilFinance #MakePollutersPay pic.twitter.com/2BloQTWAU8
— Greta Thunberg (@GretaThunberg) June 23, 2023
La creación de un impuesto internacional sobre el transporte marítimo, una de las principales propuestas y objetivos de Macron, no consiguió el consenso necesario durante la cumbre.
En total, 22 países y la Comisión Europea se mostraron a favor de la propuesta, pero faltó el visto bueno de China, Estados Unidos, Alemania y Japón.
Macron espera que los acuerdos y diálogos de la cumbre sirvan como hoja de ruta para las reuniones del G7 y del G20, la COP28 en Dubài y las reformas que mencionaron tanto el FMI como el BM.
Gabriel Rico Albarrán
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