En un momento histórico marcado por diversos desafíos globales, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, pronunció un discurso crucial ante la 79ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En su intervención, Abinader abordó temas de gran relevancia internacional, destacando la urgente necesidad de una intervención más sólida y coordinada en Haití, así como la importancia de la cooperación global para enfrentar problemas como el cambio climático y la creciente desigualdad económica.
Uno de los puntos más críticos del discurso de Luis Abinader fue su énfasis en la situación en Haití, un país vecino que atraviesa una profunda crisis política, económica y social.
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El presidente dominicano subrayó la gravedad de la crisis humanitaria y de seguridad que afecta al país caribeño, haciendo un llamado a la comunidad internacional para que actúe de manera decidida y rápida, destacando que República Dominicana ha asumido una responsabilidad desproporcionada al proporcionar servicios esenciales a una gran cantidad de inmigrantes haitianos.
En ese contexto, el presidente agradeció a Kenia, Estados Unidos y otros países que han contribuido a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, pero también advirtió que el despliegue actual de 400 efectivos es insuficiente. Señaló que el éxito de esta misión es crucial no solo para Haití, sino para la seguridad de toda la región, y pidió que se cumplan las promesas de apoyo financiero y logístico.
Según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), más de 4.9 millones de personas en Haití necesitan asistencia humanitaria, lo que representa aproximadamente el 43 % de la población total del país. Además, la inseguridad alimentaria ha alcanzado niveles críticos, afectando a más de 4.7 millones de haitianos, de los cuales 1.8 millones se encuentran en una situación de emergencia.
El presidente Abinader también dedicó una parte significativa de su discurso a abordar la crisis climática, un tema que ha ganado urgencia en la agenda internacional debido a los impactos devastadores de fenómenos como huracanes, inundaciones y olas de calor.
En este sentido, Abinader hizo un llamado a las naciones desarrolladas para que asuman una mayor responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, destacando que los países en desarrollo, como República Dominicana, son los más afectados por sus consecuencias, a pesar de ser los que menos contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero.
El presidente también enfatizó el compromiso de su gobierno con la acción climática, mencionando la creación de un fondo para pérdidas y daños y la implementación de la meta del 30×30, que busca proteger el 30 % del territorio marítimo del país. Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia para enfrentar la triple crisis planetaria: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los países desarrollados prometieron movilizar 100,000 millones de dólares anuales en financiamiento climático para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático, pero hasta la fecha, esta meta no ha sido cumplida en su totalidad.
Otro de los temas clave en el discurso del presidente Abinader fue la situación de la democracia en América Latina y el Caribe. Citando datos de Latinobarómetro, el presidente expresó preocupación por el deterioro de la calidad democrática en la región, donde el apoyo a los sistemas democráticos ha disminuido entre 2010 y 2023, mientras que el autoritarismo ha ganado terreno.
Uno de los factores clave de este declive es la reelección indefinida en algunos países, que erosiona la confianza en las instituciones democráticas. El presidente puso como ejemplo el caso de Venezuela, donde la concentración del poder, la persecución de la oposición y la censura a los medios han socavado los principios democráticos.
En contraste, el presidente Abinader subrayó el compromiso de su gobierno con la alternancia en el poder y la transparencia electoral. Anunció la reciente presentación de una reforma constitucional que limita la reelección presidencial a dos períodos consecutivos, buscando consolidar un sistema democrático más robusto y estable.
En su intervención, el presidente Abinader subrayó los avances de su gobierno en el cumplimiento de los ODS, a pesar de los desafíos globales como la pandemia y la crisis derivada de la guerra en Europa. Un logro significativo ha sido la reducción de la pobreza monetaria, que descendió del 25.8 % en 2019 al 18.9 % en 2023, una cifra histórica para el país.
El mandatario también destacó los avances en seguridad alimentaria, señalando que la República Dominicana ha incrementado su autosuficiencia alimentaria del 88.5% en 2019 al 90.6% en 2023, a pesar de sus limitados recursos naturales. Esto ha sido posible gracias a una política agrícola eficiente, enfocada en la rentabilidad de los productores y el acceso a alimentos.
Otro punto central del discurso fue el enfoque en la sostenibilidad energética. El presidente informó sobre la construcción de 2,000 megavatios (MW) de generación térmica y el contrato de 1,674 MW de energía renovable, con una meta de alcanzar un excedente de generación del 15% para 2027. Esta medida garantizará estabilidad en el suministro energético y permitirá una mejora en los precios y la sostenibilidad a largo plazo.
En cuanto a la seguridad ciudadana, Abinader resaltó una notable disminución en la tasa de homicidios, que bajó de 13.2 por cada 100,000 habitantes en 2022 a 9.9 en lo que va de 2024. Este índice se encuentra por debajo del promedio de América Latina y el Caribe, lo que refleja el éxito de las políticas de seguridad implementadas en los últimos años
En la parte final de su discurso, el presidente Abinader reiteró su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la promoción de un multilateralismo efectivo. Subrayó que, para República Dominicana, el respeto a los derechos humanos es un pilar fundamental de su política exterior y no puede ser objeto de cálculos políticos o alineamientos partidistas.
El mandatario concluyó haciendo un llamado a la acción global, recordando que el éxito de los esfuerzos internacionales no será medido por los discursos pronunciados, sino por las acciones concretas que se tomen para enfrentar los desafíos del mundo moderno.
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