Haití, sargazo y transporte: Las claves del encuentro Abinader-Macron

En un encuentro bilateral celebrado en el marco de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano, los presidentes Emmanuel Macron de Francia y Luis Abinader de República Dominicana sellaron un acuerdo estratégico que podría transformar la movilidad urbana del país. El gobierno francés manifestó su disposición de financiar hasta el 85% % del Tren Metropolitano de Santo Domingo y el Plan Integral de Transporte del Gran Santo Domingo (GSD), proyectos clave para la modernización de la infraestructura dominicana.

La reunión, que se extendió por 30 minutos en el histórico Palais des Rois Sardes, no solo abordó inversiones en transporte, sino también desafíos regionales como la crisis en Haití, la seguridad caribeña y la lucha contra el sargazo, una problemática ambiental que afecta a ambas naciones.

Inversión francesa en infraestructura dominicana

El compromiso de Francia de respaldar financieramente el sistema de transporte masivo de Santo Domingo marca un paso estratégico en las relaciones bilaterales. Este proyecto, prioridad del gobierno de Abinader, busca descongestionar el tráfico de la capital dominicana y reducir su huella de carbono.

Macron calificó la alianza entre ambos países como «excelente» y reiteró el interés de su administración en profundizar la cooperación en desarrollo urbano y energía limpia.

Además del tren metropolitano, se exploraron oportunidades de colaboración en otras obras públicas, aunque los detalles técnicos y los plazos de ejecución se definirán en futuras negociaciones entre equipos técnicos.

Haití y la seguridad regional: Un frente común

Uno de los temas más urgentes discutidos fue la inestabilidad en Haití. Abinader instó a Macron a que Francia, como potencia históricamente vinculada a la isla, asuma un rol más activo junto a la comunidad internacional para facilitar una solución política y humanitaria. Ambos mandatarios respaldaron la misión de seguridad liderada por Kenia, actualmente en despliegue, y coincidieron en la necesidad de fortalecer los mecanismos regionales para prevenir un colapso migratorio o sanitario.

En este contexto, el presidente francés ofreció ampliar la cooperación en defensa y seguridad, incluyendo capacitación para las fuerzas dominicanas y el intercambio de inteligencia. La propuesta surge ante el aumento de la violencia transfronteriza y el tráfico ilícito en la zona.

Sargazo y cambio climático: Una amenaza compartida

La proliferación del sargazo en el Caribe, que daña los ecosistemas marinos y la industria turística, también ocupó un lugar central en la agenda. Macron planteó la creación de un grupo de trabajo franco-dominicano para investigar tecnologías de contención y aprovechamiento económico de esta alga.

La cooperación ambiental no es nueva: ambos países han trabajado conjuntamente en foros climáticos, pero el encuentro permitió articular acciones concretas, como proyectos de monitoreo satelital y financiamiento para iniciativas de economía circular.

Macron visitaría República Dominicana en 2025

Como gesto de consolidación diplomática, Abinader extendió una invitación formal a Macron para asistir a la inauguración del Monorriel de Santiago, obra emblemática prevista para principios del próximo año. El líder francés aceptó, lo que podría derivar en nuevos anuncios de inversión durante su visita.

El presidente dominicano estuvo acompañado por una comitiva que incluyó al ministro de Medio Ambiente, Paino Henríquez; el vicepresidente ejecutivo del Consejo para el Cambio Climático, Max Puig; y el embajador en Francia, David Puig.

Su presencia en Niza también sirvió para posicionar al país en debates globales sobre conservación oceánica.

Una cooperación con visión de futuro

Cabe destacar que Francia, uno de los principales socios europeos de República Dominicana, apuesta a consolidar su influencia en la región mediante proyectos de alto impacto, mientras el gobierno dominicano busca equilibrar sus necesidades internas con un rol más protagónico en la geopolítica caribeña.

Con el financiamiento del metro, la coordinación en Haití y la innovación ambiental como pilares, esta alianza podría sentar las bases para un modelo de desarrollo más integrado y sostenible. Sin embargo, el desafío estará en materializar los compromisos en un contexto global marcado por la incertidumbre económica y los conflictos geopolíticos.

Lo que queda claro es que ambos países han decidido escribir un nuevo capítulo en su relación, con miras a convertir el Caribe en un espacio de estabilidad y progreso compartido.

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