Conocer personas a través de aplicaciones móvil o plataformas digitales se ha convertido en la nueva norma en el mundo de citas moderno. Ya no es necesario salir a fiestas para crear conversaciones con quien pudiera ser el amor de tu vida –o de esa noche–, basta con un par de swipes en la app de tu elección desde cualquier lugar. Especialmente para el día de San Valentín.
Este esquema no es nuevo, pero tuvo su auge con el lanzamiento de Tinder para todo tipo de tiendas de aplicaciones en 2013. Desde hace más de siete años ya no existe el amor a primera vista, sino love at first swipe.
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Sin embargo, la era digital trae consigo riesgos a los que todos deben mantenerse atentos, especialmente las estafas o robos de identidad. Pues, es difícil confiar en lo que se esconde tras una pantalla: la foto de perfil puede ser una chica guapa de 23 años, pero quien textea un hombre de 50, casado y con hijos.
Las posibilidades son infinitas
Regularmente, las víctimas no piensan que algo así podría pasarle a ellas, sino, echa un vistazo al documental The Tinder Swindler, donde se expone la historia de varias mujeres que fueron seducidas y estafadas por millones de dólares mientras que el estafador vive entre lujos, aún siendo fugitivo de la justicia en varios países.
Según datos de la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés), las pérdidas monetarias reportadas como estafas románticas alcanzaron los US$ 304 millones de dólares en 2020; desde 2016, la cifra se ha cuadruplicado. Pero descuida, los siguientes consejos funcionarán a tu favor al momento de evitar formar parte de las estadísticas.
Además de hacer una buena selección de imágenes que representen tu esencia, es importante tener una descripción que llame la atención. Sin embargo, considera desvincular otros perfiles de redes sociales o, de hacerlo, asegurarse de que las cuentas sean privadas.
De esta forma puedes evitar que los demás obtengan muchos detalles de tu vida sin antes haber contando con la confianza suficiente. Además, al momento de curar las fotos para incluir en el perfil, evita usar las que incluyan a otras personas o en un fondo en un lugar muy frecuentado, podrán encontrarte fácil y «estudiar» tus gustos para persuadirte.
A primera instancia, a menos que confíes en el potencial de que esa persona pueda convertirse en una pareja estable, no proporciones demasiada información sobre lugar de trabajo, frecuentes y, mucho menos la dirección de tu hogar. Esos datos podrían poner la seguridad en riesgo.
Lo mismo para aceptar su solicitud de seguimiento en redes sociales.
Date el permiso de elegir un buen lugar al aire libre o público y recuerda compartir tu ubicación con alguien de confianza, amigo o familiar.
Y, por último, don’t get swindled.
(por Paola Ferreras)
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