América Latina, la región más desigual del mundo y más afectada por la pandemia, crecerá un 5,9 % en 2021 -medio punto más de lo estimado hace dos meses-, pero la mejora se desacelerará en 2022 porque sigue sin solucionar sus problemas estructurales, alerta la Cepal.
En su informe «Estudio Económico de América Latina y el Caribe», el organismo dependiente de la ONU, con sede en Santiago de Chile, indica que la expansión de este año seguirá siendo insuficiente para recuperar el nivel del producto interior bruto (PIB) de 2019.
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Solo 9 de los 33 países de la región lo lograrían, mientras que en 2022, con un crecimiento esperado promedio del 2,9 %, otros 5 países habrían alcanzado los niveles de 2019, apunta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena destaca que los problemas estructurales que por décadas han limitado el crecimiento económico de la región (baja inversión y productividad, informalidad, desocupación, desigualdad y pobreza) se agudizaron producto de la pandemia y limitarán la recuperación.
El crecimiento de 2021, de acuerdo al estudio, se explica principalmente por una baja base de comparación -tras la histórica contracción de 6,8 % de 2020- además de los efectos positivos derivados de la demanda externa y el alza en los precios de las materias primas, así como por aumentos en la demanda agregada.
Bárcena afirma que existen importantes asimetrías entre los países desarrollados y las naciones de ingreso medio de Latinoamérica, tanto en la dinámica de vacunación como en la capacidad de implementar políticas para la recuperación económica.
Los países que más van a crecer este año son Panamá (12 %), Perú (10,6 %), Chile (9,2 %), República Dominicana (8 %), Argentina (7,5 %), El Salvador (7,5 %), Colombia (7,5 %) y México (6,2 %).
En el medio se encuentran Brasil (5,2 %), Bolivia (5,1 %), Honduras (5 %), Guatemala (4,6 %), las islas del Caribe (4,1 %), Uruguay (4,1 %) y Paraguay (4,1 %).
Mientras que los que tendrán un peor desempeño este año son Costa Rica (3,7 %), Ecuador (3 %), Nicaragua (2,5 %), Cuba (2,2 %), Haití (-1,3 %) y Venezuela (-4 %).
La pandemia, que ya deja 43,2 millones de infectados y 1,4 millones muertos en Latinoamérica, desencadenó la mayor crisis que han experimentado los mercados laborales regionales desde 1950 y la recuperación esperada para 2021, según la Cepal, tampoco permitirá alcanzar los niveles precrisis.
La tasa de desocupación llegará así a un 11 % este año, en comparación con el 10,5 % de 2020, siendo las mujeres las que muestran un peor resultado.
En materia fiscal, comienza a observarse una mejoría pues la reactivación de la actividad económica y los mayores precios de los recursos naturales no renovables está incidiendo en un repunte de los ingresos públicos latinoamericanos.
Los paquetes de ayudas para fortalecer los sistemas de salud pública, apoyar el ingreso de las familias y proteger la estructura productiva representaron el 4,6 % del PIB y diezmaron las arcas públicas de la región.
A las incertidumbres de la pandemia, como el lento avance de la vacunación, «se suman aquellas que pueden llevar a un ajuste de las políticas expansivas en los países desarrollados», lo que podría endurecer las condiciones financieras, alertó Bárcena, quien recordó que la región apenas alcanzó una tasa del 0,1 % en 2019.
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