La historia de los Estados Unidos. ha sido sacudida por varios intentos de asesinato y atentados contra sus presidentes, algunos de los cuales han tenido éxito y han alterado el curso de la historia del país. Estos eventos trágicos no solo han puesto en peligro la vida de los líderes, sino que también han desafiado la estabilidad y la seguridad de la nación.
Esto son los casos más notables de atentados contra presidentes norteamericanos.
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Abraham Lincoln (1865)
Abraham Lincoln, el 16º presidente de los Estados Unidos, fue asesinado el 14 de abril de 1865, mientras asistía a una obra de teatro en el Ford’s Theatre en Washington D.C. El asesino, John Wilkes Booth, un actor y simpatizante confederado, disparó a Lincoln a bocajarro en la cabeza. Lincoln murió al día siguiente, convirtiéndose en el primer presidente de Estados Unidos en ser asesinado. Este magnicidio ocurrió solo unos días después del final de la Guerra Civil Estadounidense y tuvo profundas repercusiones en el proceso de reconstrucción y reunificación del país.
James A. Garfield, el 20º presidente de Estados Unidos, fue herido de gravedad el 2 de julio de 1881, cuando Charles J. Guiteau le disparó en la estación de tren de Baltimore y Potomac en Washington D.C. Garfield murió dos meses más tarde, el 19 de septiembre, a causa de las infecciones y complicaciones derivadas de la herida. Guiteau, quien se consideraba a sí mismo como un republicano despechado, fue declarado culpable de asesinato y ejecutado en 1882.
William McKinley, el 25º presidente de Estados Unidos, fue asesinado el 6 de septiembre de 1901, durante una visita a la Exposición Panamericana en Búfalo, Nueva York. El asesino, Leon Czolgosz, un anarquista polaco-estadounidense, disparó dos veces a McKinley a quemarropa. McKinley murió ocho días después, el 14 de septiembre, debido a las heridas sufridas. Czolgosz fue condenado a muerte y ejecutado en la silla eléctrica en octubre de 1901.
Theodore Roosevelt, el 26º presidente de los Estados Unidos, sobrevivió a un intento de asesinato el 14 de octubre de 1912, mientras hacía campaña para un tercer mandato en Milwaukee, Wisconsin. John F. Schrank, un saloonkeeper desempleado, disparó a Roosevelt en el pecho a quemarropa. Sin embargo, el proyectil fue amortiguado por un discurso de 50 páginas que Roosevelt llevaba en el bolsillo de su chaqueta, así como por sus gafas metálicas. Aunque herido, Roosevelt continuó con su discurso antes de ser trasladado al hospital. Schrank fue declarado mentalmente incompetente y internado en un hospital psiquiátrico.
Franklin D. Roosevelt, el 32º presidente de los Estados Unidos y pariente lejano de Theodore, fue objeto de un intento de asesinato el 15 de febrero de 1933, mientras pronunciaba un discurso en Miami, Florida. Giuseppe Zangara, un inmigrante italiano desempleado y anarquista, disparó varias veces hacia Roosevelt, pero falló en su intento. Sin embargo, uno de los disparos alcanzó al alcalde de Chicago, Anton Cermak, quien murió a causa de sus heridas. Zangara fue condenado a muerte y ejecutado en la silla eléctrica en marzo de 1933.
Harry S. Truman, el 33º presidente de los Estados Unidos, fue objeto de un intento de asesinato el 1 de noviembre de 1950, cuando dos nacionalistas puertorriqueños, Oscar Collazo y Griselio Torresola, intentaron irrumpir en la residencia presidencial, la Blair House, en Washington D.C. Durante el tiroteo, Torresola hirió de gravedad a un agente del Servicio Secreto, mientras que Collazo fue capturado. Truman no resultó herido en el incidente. Ambos atacantes fueron condenados a muerte, pero Truman conmutó la pena de Collazo por cadena perpetua.
John F. Kennedy, el 35º presidente de los Estados Unidos, fue asesinado el 22 de noviembre de 1963, mientras recorría las calles de Dallas, Texas, en un automóvil descapotable. Lee Harvey Oswald, un exmarine y simpatizante comunista, disparó a Kennedy desde un edificio cercano, causándole heridas mortales en la cabeza y el cuello. Kennedy fue declarado muerto poco después en el Hospital Parkland. Oswald fue arrestado y acusado de asesinato, pero fue asesinado a tiros dos días más tarde por Jack Ruby, un propietario de un club nocturno, mientras era trasladado por la policía.
Gerald Ford, el 38º presidente de los Estados Unidos, sufrió dos intentos de asesinato en 1975. El primero ocurrió el 5 de septiembre, cuando Lynette «Squeaky» Fromme, una seguidora de la secta de Charles Manson, apuntó una pistola cargada hacia Ford en Sacramento, California. Sin embargo, Fromme fue reducida por un agente del Servicio Secreto antes de que pudiera disparar.
El segundo intento tuvo lugar el 22 de septiembre, cuando Sara Jane Moore, una mujer con antecedentes de problemas mentales y militancia de izquierda, disparó un revólver hacia Ford en San Francisco, California. El disparo falló y Moore fue arrestada en el acto. Ambas mujeres fueron condenadas a cadena perpetua.
Ronald Reagan, el 40º presidente de los Estados Unidos, fue herido en un intento de asesinato el 30 de marzo de 1981, mientras salía de un hotel en Washington D.C. John Hinckley Jr., un hombre con antecedentes de problemas mentales y obsesionado con la actriz Jodie Foster, disparó seis veces contra Reagan y su comitiva, hiriendo al presidente, a su secretario de prensa, a un agente del Servicio Secreto y a un policía de distrito. Aunque gravemente herido, Reagan se recuperó por completo y regresó a sus funciones presidenciales. Hinckley fue declarado no culpable por razones de demencia y internado en un hospital psiquiátrico.
El expresidente Donald Trump fue herido en un mitin en Pensilvania el 13 de julio de 2024. El expresidente de Estados Unidos tuvo que ser evacuado urgentemente después de que se produjera un tiroteo en el que Trump resultó herido en su oreja derecha. Trump fue rápidamente escoltado por un equipo de seguridad, compuesto por hasta seis miembros, quienes lo llevaron hasta un furgón blindado que lo esperaba afuera del recinto. A pesar de la herida en su oreja, Trump logró caminar por su propio pie y realizó el gesto del puño en alto antes de subir al vehículo, que abandonó rápidamente la zona.
Las autoridades confirmaron que el sospechoso del tiroteo fue abatido en el lugar del incidente. Se trata de Thomas Mathiew Crooks, un hombre blanco de 20 años y residente de Pensilvania.
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