En los últimos años, ha tomado mucha fuerza la hipótesis de que el estar expuesto por tiempos prolongados a las pantallas de los aparatos tecnológicos provoca daños oculares progresivos muy graves (miopía, cataratas, astigmatismo, maculopatía, etc.), y más cuando se ven esos dispositivos en espacios en total oscuridad.
Pero, ¿qué tan cierto puede ser esta información? Según el doctor Alberto Zambrano, oftalmólogo y presidente de la fundación que lleva su nombre, afirma que: «no hay ninguna evidencia científica de que el uso de las pantallas tenga relación con la incidencia de maculopatía».
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La realidad es que la luz azul emitida por los dispositivos móviles sí genera cansancio visual que se manifiesta de distintas formas como: ojo seco, visión borrosa, lagrimeo y dolor de cabeza, esto se debe a que la velocidad del parpadeo disminuye, lo produce una molestia temporal en la vista.
Si nos transportamos al 2020 período marcado por la incidencia de la pandemia, analizamos cómo el confinamiento trajo consigo el uso desmesurado de celulares, computadoras y televisores, lo que dio lugar a una «epidemia de miopía» que es la dificultad para ver los objetos de lejos y es la principal causa de discapacidad visual en edad laboral. A raíz de esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), estableció que actualmente hay 2,220 millones de personas con discapacidad visual.
La OMS estima que 2 de cada 3 personas desarrollarán miopía para el 2050.
La Dra. María Laura Bortman, médica asociada del Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano, Sección Oftalmopediatría, manifiesta que la fijación ininterrumpida reduce la frecuencia de parpadeo, lo que reseca la superficie ocular y puede causar ojo seco.
«Fijar la vista en una distancia próxima, la que se usa habitualmente para ver el celular, por períodos prolongados de tiempo, favorece el desarrollo de miopía. En la oscuridad las pupilas se dilatan permitiendo una mayor entrada de luz en el ojo, esto genera dificultad para la lectura y en consecuencia mayor cansancio visual», indica.
De su lado, el Dr. Heriberto Marotta, director médico de la Clínica Privada de Ojos Santa Lucía y presidente de la Fundación Oftalmológica Quilmes, quien destaca que usar el teléfono móvil en la oscuridad no produce degeneración macular ni cataratas. «Sí puede generar ojo seco en personas menopáusicas y con problemas hipotiroideos. Y es rarísimo que provoque pérdida de la visión».
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Frente a la creciente incidencia de problemas visuales en niños y adolescentes debido a la sobreexposición de las pantallas, los profesionales de la salud visual ofrecen una serie de sugerencias cruciales para mitigar dichos efectos, entre las que se destacan:
«Durante toda la vida, desde el recién nacido hasta el anciano, el control oftalmológico anual ayuda a prevenir, detectar y tratar a tiempo las enfermedades de la vista que podrían ocasionar pérdida de la visión y afectar severamente la calidad de vida», aseveró la doctora Adriana Tytiun, integrante del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO).
