Tras el reporte del fallecimiento de una mujer debido a botulismo después de comer sardinas en un restaurante de Burdeos, Francia, y otras 12 personas, en su mayoría extranjeras, que fueron tratadas por esta enfermedad, varias organizaciones de salud han comenzado a difundir información sobre los síntomas y la naturaleza de esta afección poco conocida para alertar al público.
Es un trastorno poco común, pero sus efectos pueden ser devastadores. En condiciones sin oxígeno, estas esporas pueden germinar, desarrollarse y liberar toxinas. Existen siete tipos diferentes de toxina botulínica, denominados tipos A a G. Entre ellos, los tipos A, B, E (y ocasionalmente F) son responsables del botulismo en humanos, mientras que los tipos C, D y E pueden causar enfermedades en otros mamíferos, aves y peces.
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La bacteria clostridium botulinum genera esporas que son resistentes al calor y se encuentran comúnmente en el entorno.
Las toxinas botulínicas pueden ingresar al organismo a través de alimentos insuficientemente procesados, donde las bacterias o esporas sobreviven, se multiplican y producen las toxinas.
El botulismo infantil, que se presenta principalmente en bebés menores de 6 meses, se produce cuando los bebés ingieren esporas de la bacteria clostridium botulinum, las cuales germinan y se convierten en bacterias en el intestino, liberando toxinas. A partir de los 6 meses, la mayoría de los niños desarrollan defensas intestinales que impiden que esto ocurra.
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Los síntomas del botulismo infantil en bebés incluyen estreñimiento, pérdida de apetito, debilidad, cambios en el llanto y una notoria falta de control de la cabeza. Aunque existen diversas fuentes de infección posibles, la miel contaminada con esporas se ha vinculado con varios casos. Por lo tanto, se aconseja a los padres y cuidadores que no den miel a los bebés menores de 1 año.
Existen variantes del botulismo, como el transmitido por el agua, que teóricamente podría ocurrir al ingerir toxina preformada, aunque el riesgo es bajo debido a los procesos comunes de tratamiento del agua. También existe el de origen indeterminado, que afecta principalmente a adultos y se asocia con casos en los que no se puede identificar la fuente de la infección ni del alimento.
La respuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los brotes de botulismo implica una vigilancia y detección eficaz, evaluación de riesgos, contención en el origen de la enfermedad y prestación de asistencia, lo que incluye la coordinación con organizaciones internacionales y expertos para movilizar recursos necesarios, como la antitoxina botulínica, en casos graves.
También se enfoca en proporcionar información y directrices para prevenir la propagación de la enfermedad. Las medidas de prevención incluyen prácticas seguras en la preparación de alimentos y el uso de normas de seguridad alimentaria.
Las Cinco Claves para una Alimentación Más Segura de la OMS son fundamentales para prevenir la intoxicación alimentaria.
Para evitar el botulismo, es importante seguir las pautas de seguridad alimentaria y tomar medidas preventivas adecuadas:
Es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha de botulismo, ya que el tratamiento temprano puede salvar vidas. Mantenerse informado y seguir pautas de fuentes oficiales de salud es esencial para prevenir esta enfermedad rara pero potencialmente grave.
Aunque el botulismo es una enfermedad poco común, es esencial conocer sus riesgos y tomar medidas preventivas para evitarla.
Celeste Pérez Rodríguez
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