Cómo mantener el «espíritu startup» con más de 45 mil empleados; es el reto diario de MercadoLibre, el gigante latinoamericano del comercio electrónico. La empresa, con presencia en 18 países y un valor de mercado de US$68.72 mil millones, presentó unos beneficios de US$262 millones en el período abril-junio, con un crecimiento del 113 % interanual.
Mientras, apuesta por seguir siendo «una gigantesca startup». Lo explica su CFO, Pedro Arnt, en una entrevista publicada por la agencia de noticias EFE.
«Tratamos de ser un laboratorio organizacional», afirma el ejecutivo, que desarrolla algunas claves de su cultura de empresa. «Es una combinación de una cultura muy fuerte y muy arraigada que incentiva el error, incentiva la toma de riesgo, trata de no burocratizar demasiado las cosas. También un trabajo constante para reaccionar muy rápido».
El error y el riesgo han sido dos compañeros de viaje en un camino que los ha llevado hasta los casi 109 millones de usuarios activos (+29 % interanual). El crecimiento es acelerado, pero la empresa no se conforma. «Lo que a mí me hace dormir mal a la noche es que seguramente hay cinco chicos en un garaje, ahora, en algún suburbio de Buenos Aires o de Ciudad de México inventando algún tipo de ‘app’ o producto o proceso que puede perfectamente revolucionar el ‘e-commerce’ y desintermediar a MercadoLibre», afirma Pedro Arnt.
Para evitarlo, el CFO apuesta por «seguir construyendo una red logística que el consumidor cada vez exige que sea más rápida y más barata». En este sentido, cabe señalar que el 40 % de las compra que se producen en MercadoLibre tienen gastos de envío.
Mejorar la experiencia de compra y hacer crecer algunas categorías, como moda y belleza, son otras de la áreas de mejora que se marca la compañía de origen argentino.
El crecimiento de la plataforma de pagos MercadoPago es otro de los retos. «Todavía tiene mucho por construir», señala Pedro Arnt, refiriéndose a productos para ayudar a ahorrar a los usuarios, muchos de los cuales no han tenido todavía relación con un banco. «Los próximos 24 años (MercadoLibre nació en 1999) debería tener mucha más de disrupción en el mercado financiero, generando más y más inclusión a través de Mercado Pago».
Los planes de MercadoLibre incluyen una mayor diversificación, con plataformas que ofrezcan contenidos en streaming gratuitos y con publicidad, como MercadoPlay. «La diversificación no es el fin en sí mismo, sino una constante búsqueda de encontrar qué más hacer», apunta Pedro Arnt, dentro de esa cultura de empresa que abraza el error y el riesgo.
Cultura y clima de empresa: en qué se diferencian y cómo deben gestionarse
La inteligencia artificial es otro elemento que marcará el devenir de MercadoLibre y de todas las empresas en cualquier sector. «Tiene un enorme potencial», afirma Pedro Arnt, que señala a los modelos de detección de fraude y riesgo crediticio, además de sus capacidades para ofrecer reseñas filtradas y adaptadas a cada usuario de la plataforma.
«Eso hace que la compra en MercadoLibre se vuelva mucho más eficiente y mucho más práctica», asegura.
En el apartado ético, Arnt entiende el debate y advierte de que «un exceso de regulación» en ocasiones «mata la innovación». «Es un debate filosófico extremadamente válido y complejo, y hay un rol para el Estado», agrega.
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Nacido en Londres y cofundador de la empresa, Pedro Arnt es una de las figuras clave de MercadoLibre. Ejerce el papel de CFO desde 2011, aunque él se define a sí mismo como un «company builder«.
Curiosamente, el hombre que maneja los números de la segunda empresa más valiosa de América Latina estudió Ciencias Políticas y Letras (Harverford College, Philadelphia). Ya en la Universidad de Oxford, se enfocó más al plano monetario y a Latinoamérica, realizando una maestría en Historia Económica centrada en la región.
En 1997 comenzó su carrera laboral en Boston Consulting Group Brasil y durante un proyecto relacionado con internet, entonces en una fase inicial de su desarrollo, conoció a Marcos Galperin, el gran impulsor de MercadoLibre. El argentino, visionario, convenció del potencial del comercio electrónico. Pedro Arnt se unió al proyecto en la decisión profesional, seguramente, más acertada de su vida.
En 2011, Pedro Arnt se convirtió en CFO tras cumplir previamente los roles de vicepresidente de Marketing y Ventas, vicepresidente de Operaciones para Clientes, y vicepresidente de Planificación y Relaciones con Inversores. Su objetivo es ahora impulsar el meteórico crecimiento de la compañía mientras mantiene su ADN de startup.
Borja Santamaría, con información de EFE
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