De generar US$12.6 mil millones de ingresos en enero de este mismo año, a quedarse en US$mil millones cinco meses más tarde. Una caída del 92.1 % en menos de medio año. Es la dura realidad que viven los NFT, un negocio que entró en 2022 en su pico más alto y que, tras vivir una época de turbulencias entre marzo y mayo, vivió su mes negro en junio. La caída ha sido sonora y las perspectivas no invitan al optimismo. La pregunta está en el aire: ¿estamos ante otra burbuja pinchada?
Los datos ofrecidos por ‘Chainalysis’ en ‘The Guardian’ son inequívocos. Tras comenzar su despegue paulatino en febrero del año pasado, y empezar a crecer con fuerza a partir de verano, el mercado de los NFT vivió un periodo fulgurante en los dos primeros meses de 2022. Las cifras superaron los US$12 mil millones de ingresos en ambos meses. En marzo llegó el primer aviso, mayo volvió a ser un mes de caída en las ventas, pero ha sido junio el que ha encendido finalmente las alarmas.
«La caída está definitivamente ligada con la desaceleración general del mercado cripto», explica Ethan McMahon, de Chainalysis. Cabe recordar que los pagos por estas piezas de arte digital se realizan, fundamentalmente, en criptomonedas.
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Así, las causas del desplome son similares en todo el universo cripto. Los tiempos en los que los bajos tipos de interés promovían las inversiones de mayor y menor riesgo han llegado a su fin. El intento de gobiernos y bancos centrales de controlar la inflación ha impulsado las políticas de subidas de tipos. Un escenario especialmente dañino para los activos más volátiles.
Cuando el dinero se encarece y la incertidumbre ensombrece el futuro, los inversores tienden a asegurar su capital y a evitar activos que impliquen un riesgo alto. Cuantas menos curvas, mejor.
Además, las caídas generan un clima de pesimismo e incluso pánico. Se une al baño de realidad recibido por muchos compradores, que acudieron a este tipo de mercados con la sensación de que multiplicarían su inversión en muy poco tiempo. Al darse cuenta de que no será así, algo que ha sucedido especialmente en los últimos meses, abandonan los mercados.
La combinación de todos los factores se ha llevado por delante activos como Terra, y ha abierto heridas sangrantes en la mayoría de criptomonedas. También, lógicamente, en los NFT.
La evolución del mercado de NFT ha dejado inversiones llamativas, con mayor o menor éxito. Quizá uno de los casos más paradigmáticos es el del iraní Sina Estavi. En marzo de 2021, cuando la ola estaba empezando a crecer, realizó un movimiento ambicioso: compró un NFT del primer tuit de Jack Dorsey, cofundador de Twitter. Pagó US$2.9 millones por él.
Una jugada en la que Estavi creía ciegamente. Su plan era dejar que el NFT se revalorizara para, después, venderlo por US$48 millones. Es decir, obtener una rentabilidad del 1500 %. Sin embargo, algo más de un año después, se topó con la realidad.
Estavi trató de vender el NFT en abril de este año, pero la oferta más alta recibida fue de US$14 mil.
Tras el contundente golpe sufrido en junio, el futuro del mercado de los NFT está bajo la sombra de la duda. La realidad que rodea al universo cripto y a la economía mundial, con la inflación batiendo récords y la recesión llamando insistentemente a la puerta, invita al pesimismo.
En esa línea se sitúa John Egan, CEO de la firma L’Atelier, que estudia oportunidades de negocio en el mercado tecnológico. «Se han pagado cantidades extraordinarias de dinero por activos limitados que no producen dinero líquido«, explica a la agencia Reuters. Un tipo de inversión poco popular en una situación general de inestabilidad e incertidumbre.
Sin embargo, el universo NFT tiene dos motivos para la esperanza. La primera es que las ventas de los activos ‘blue chip’, es decir, los más populares, sólo han caído un 1 %. Además, el gaming podría ofrecer una tabla de salvación a este tipo de activos. Los NFT han comenzado a incorporarse al mundo de los videojuegos. El ejemplo más conocido es Axie Afinity, un juego cuyos personajes son precisamente este tipo de tokens no fungibles.
En mitad de la ‘criptotormenta’, los NFT tratan de buscar la fórmula para levantarse del golpe. El tiempo dictará sentencia.
Por Redacción Mercado
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