Tres pasos para conseguir conversaciones más fluidas y eficaces en el trabajo

Por Gabriel Rico Albarrán | octubre 2, 2023

Todos somos conscientes de que, para lograr una colaboración efectiva con gerentes y miembros del equipo, necesitamos una comunicación clara. Sin embargo, es a menudo una de las habilidades más difíciles de dominar para alguien nuevo en la fuerza laboral.

¿Por qué? Porque muchos tendemos a asumir que otras personas ven y experimentan las cosas de la misma manera que nosotros.

Para ir más allá de nuestras suposiciones y estar en sintonía con nuestros colegas, debemos desarrollar nuestra capacidad de hacer que nuestros pensamientos y suposiciones sean más visibles para la persona con la que estamos hablando. También debemos buscar oportunidades para aprender más sobre sus pensamientos y suposiciones. Puede que hayas oído hablar de esta habilidad antes; se llama «leer la habitación» y es un superpoder de comunicación.

A continuación, se presentan tres prácticas que te permitirán “leer mejor la habitación”.

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Paso 1: Concéntrate en el “cómo” en lugar del “qué”

En cualquier conversación, habrá dos hilos paralelos sucediendo simultáneamente:

  • El «qué»: Es el contenido (o el tema) de la conversación.
  • El «cómo”: Es la forma en que se interactúa, los tipos de lenguaje que se utilizan y las reglas habladas o tácitas sobre qué voz tiene más poder en la interacción.

Cuando conversamos con otros, tendemos a enfocarnos en el qué. Pero para tener conversaciones más efectivas sobre cualquier tema, el primer paso a dar es comprometerse a centrarse en el cómo.

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Paso 2: Expresa tus observaciones

Una vez hayas dado un paso atrás para considerar la dinámica de una conversación, puedes crear una «pausa» haciendo una observación neutral en voz alta. Esta es una forma de ralentizar la interacción y crear más espacio para que todos estén en sintonía.

En su libro, “Reading the Room”, David Kantor llama a esto “actitud”, una forma efectiva de comenzar a sacar a la superficie algunas de las realidades invisibles que están afectando tu conversación.

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Paso 3: Ten curiosidad

Ahora que te estás concentrando en la dinámica de la conversación desde un lugar de apertura, en lugar de suposición, estás en una mejor posición para comprender lo que está sucediendo tanto para ti como para los demás participantes. Puedes sacar a la superficie activamente las realidades invisibles de la otra persona si muestras curiosidad y haces que tu invitación (siguiendo tu actitud) sea aún más específica.

Considera estos diferentes escenarios:

  • Si alguien no está contribuyendo con su voz, comparte amablemente esta observación y luego pregúntale si ve algo que falta en la conversación.
  • Si alguien parece frustrado, llama la atención sobre el sentimiento y luego intenta preguntar: «¿Qué te está pasando en este momento?».
  • Si alguien rechaza constantemente las ideas que otros proponen, nómbralas y luego pregunta: «¿Qué ideas has escuchado de otras personas a las que apoyas o con las que te alineas?»

En cada uno de estos ejemplos, sentir curiosidad por sus observaciones abre la conversación a un espacio de aprendizaje.

En conversaciones con otras personas, es fácil sentirse incomprendido. También es fácil malinterpretarlo. Al prestar atención a cómo se produce la comunicación, puedes hacer que lo invisible sea más visible. Esto conducirá a conversaciones más productivas, con menos culpas, confusión, frustración y antagonismo.

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De Harvard Business Review, por Marsha Acker

(Marsha Acker, CPF, CPCC, PCC, es autora de «Build Your Model for Leading Change: A Guided Workbook to Catalyze Clarity and Confidence in Leading Yourself and Others»).

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