Por | noviembre 23, 2023

Los mejores líderes no esperan un ascenso para dar el paso; comienzan a practicar mucho antes. En su forma más pura, el liderazgo en el trabajo es la capacidad y el deseo de aceptar la responsabilidad de tu carrera. Implica tener una visión que no solo te beneficie a ti, sino también a tu organización y colegas.

Quizá todavía no eres un gerente, pero hay tres acciones que puedes tomar ahora mismo para perfeccionar tus habilidades como líder y convertirte en un miembro del equipo muy respetado e influyente.

Tres claves para convertirte en un líder

1. Dedica tiempo al crecimiento diario

Probablemente hayas escuchado la famosa frase «debes ayudarte a ti mismo antes de poder ayudar a otros». Es importante comprometerse y dedicar tiempo al crecimiento diario.

Cuando mejoramos nuestro conjunto de habilidades y nos convertimos en una versión ligeramente mejor de nosotros mismos de lo que éramos el día anterior, iniciamos el proceso de ser más valiosos en términos de lo que podemos ofrecer.

Dicho esto, simplemente mejorar en cualquier área no garantiza que ello se refleje en tu trabajo. Un enfoque más práctico es buscar un mentor o líder respetado en tu organización y pedir consejo. Más allá de esto, busca oportunidades para aprender fuera del trabajo.

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2. Descubre y aprovecha tus fortalezas personales

Los aspirantes a líderes a menudo creen erróneamente que deberían dedicar la mayor parte de su tiempo a tratar de mejorar sus debilidades. Sin embargo, cuando se trata de generar influencia, su ventaja radicará en descubrir sus fortalezas y utilizarlas lo mejor que puedan.

3. Mejora tu capacidad para conectar con las personas

Mucha gente piensa que todos los líderes deben ser oradores públicos con un talento natural; es otro concepto erróneo. Cuando se trata de liderazgo, establecer conexiones genuinas es más ventajoso y cualquiera puede aprender a hacerlo.

Matt Mayberry, exjugador de NFL, conferenciante internacional y autor de este artículo. Foto: LinkedIn

 

Comunicarse de una manera que se perciba como accesible y relacionable para los demás aumentará tu capacidad de influencia. Puedes practicar esta habilidad siendo intencional en tus interacciones con los demás. Mantén estos tres factores en mente:

  • Vulnerabilidad: Mostrar vulnerabilidad ayuda a derribar los obstáculos que las personas construyen naturalmente cuando se comunican con alguien nuevo o en un entorno profesional. Una vez que rompas esas barreras, será más fácil para ellos recibir tu mensaje.
  • Autenticidad: En un mundo donde todos intentan impresionar a los demás y proyectar una imagen que no refleja quiénes son realmente, la autenticidad radical se destaca. Sé tú mismo. ¿Qué aspecto tiene esto? Liderar con el ejemplo y ser el primero, en lugar de seguir al resto, siempre es un buen punto de partida.
  • Empatía: Cada persona que conocemos está librando una batalla de la que no sabemos nada. Ya sea en una interacción uno a uno con un compañero de trabajo, una reunión de equipo o incluso una pequeña charla durante un almuerzo con un amigo, ten en cuenta que todos estamos lidiando con algún asunto o problema que nos carcome. Muéstrate dispuesto a darle a la gente el beneficio de la duda.

Ser un líder influyente no tiene nada que ver con tu título o el lugar que ocupas en la organización. Cuanto más puedas agregar valor e influir en los demás, mejor será tu trayectoria profesional, al igual que el impacto que tendrá en tu entorno.

De Harvard Business Review, por Matt Mayberry

(Matt Mayberry, linebacker en la NFL, es un conferenciante aclamado internacionalmente y experto mundial en liderazgo, cambio cultural y desempeño organizacional)

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