Cinco lecciones para CEO de Novak Djokovic: perseverancia, resiliencia, diversificación…

Por Gabriel Rico Albarrán | junio 12, 2023

Deporte, negocios y vida. Tres esferas que se dan la mano con frecuencia. La globalización ha propiciado que el ámbito comercial gane cada vez más peso en el universo deportivo. Pero, además, las grandes estrellas y grandes gestas son una fuente inagotable de lecciones, inspiración y consejos aplicables a la labor de un CEO o a cualquier actividad vital. Es el caso de Novak Djokovic.

Nacido en Belgrado hace 36 años, Novak Djokovic se confirmó este domingo, sobre la arcilla de París, en el mejor tenista masculino de la historia. Conquistó su Grand Slam número 23, un hito en el circuito, superando así a Rafael Nadal. Su victoria ante Casper Ruud en la final de Roland Garros lo elevaba en solitario a la cima.

Desde ella, durante su discurso posterior al juego dejó varias pinceladas valiosas para CEO y emprendedores:

Perseverancia y foco

Micrófono en mano, desde el centro de la Pihlippe Chatrier y con un planeta atento a sus palabras, el tenista serbio lanzó un mensaje potente. «Mis hijos están hoy aquí, y me gustaría decir algo a todos los jóvenes de este mundo», comenzó. «Da igual lo que estéis persiguiendo, sea tenis, deporte o cualquier otra cosa. Hacedlo en el presente, olvidaos del pasado«.

«Si queréis vuestro futuro, creadlo», enfatizó. «Tomad los recursos en la mano y creed en ello; creadlo».

El tenis es un deporte individual que, como tal, implica tres máximas sin las cuales el talento se difumina: responsabilidad personal, enfoque y perseverancia. Las palabras del serbio tras agrandar su leyenda recogen esos tres factores.

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«A los 17 años años quería ganar Wimbledon y ser el número uno del tenis», afirmó. Dos dédcadas después, Roger Federer es el único tenista masculino con más victorias que Djokovic en la hierba londinense (8 del suizo, por 7 del serbio). «Trabajé mucho para conseguirlo. Lo sentí con cada célula de mi cuerpo, encontré el poder para crear mi propio destino. Mi consejo es ese: si queréis un futuro mejor, creadlo».

Resiliencia y presión

Como sucede en el caso de muchos CEO o emprendedores, el viaje de Novak Djokovic al éxito está repleto de baches, obstáculos y altibajos. El más potente para el serbio fue el sufrido desde mediados de 2016 hasta mediados de 2018, que llegó a sacarle del top-10 mundial por primera vez en 11 años. Las lesiones en la muñeca y sobre todo, en el codo, supusieron un calvario de dos años en el que pudo haberse hundido definitivamente.

Tras ganar Wimbledon en 2018, Djokovic reconoció que su dolencia en el codo terminó afectando psicológicamente. «No fui paciente con mis expectativas. No escuché a mi cuerpo que me decía que algo grave estaba ocurriendo con mi codo. Traté de buscar soluciones en todos los lados, pero la solución siempre estuvo dentro de mí», afirmó.

Un pozo del que salió «más fuerte, sabio y feliz«. Porque la resiliencia es uno de los grandes aliados de Djokovic. Los golpes y las derrotas han hecho más sólido a un tenista que ha crecido en su manejo de la presión (la define como «un privilegio»), pasando de ser un tenista efervescente, de mecha corta, a convertirse en un maestro.

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«No existe un manual para eso», defiende. «Nadie nace con esa habilidad, se desarrolla con el tiempo«. Así, afirma tener su propio mecanismo para, en la pista, manejar «las expectativas ajenas y los murmullos del público de modo que no me desconcentren».

Diversificación y defensa

El juego de. Novak Djokovic es un canto a la diversificación. Su catálogo de golpes es brillante en cada página, convirtiéndolo en un tenista indescifrable, camaleónico, capaz de adaptarse a cualquier partido o situación y a variar su estrategia en todo momento.

Una diversificación que el propio Djokovic ha alimentado, incorporando a su ‘staff’ a entrenadores específicos de, por ejemplo, las voleas.

Entre sus destrezas destaca quizás el mejor resto jamás visto y una defensa granítica. En ocasiones, su rival tiene que cerrar el tanto tres veces para demoler el muro. El serbio no da una bola por perdida, exprime su asombrosa elasticidad y su inalterable capacidad física para devolver golpes imposibles, generando en su oponente la ansiedad de saber que o su próximo golpe es perfecto, o regresará con peligro.

Defensa a la que suma un talento sobresaliente que, desde sus inicios en el circuito, ha cautivado al planeta.

Equipo para crecer

Con la Copa de los Mosqueteros en sus brazos, Nole se dirigió a su equipo, liderador por el también campeón de Wimbledon Goran Ivanišević. «Quiero agradeceros vuestra paciencia y vuestro cariño».

La importancia del equipo es un factor que el serbio siempre ha tenido claro. Ha ido buscando el entrenador perfecto para cada momento y, además, ha incorporado perfiles específicos (como un entrenador especialista en dobles para mejorar sus voleas) y también, alternativos.

Así, en el staff de Djokovic tuvo un peso clave el nutricionista Igor Četojević, con el que trabajó tres años y descubrió su condición de celíaco. Además, ha trabajado con expertos en acupuntra o con un especialista en salud mental, Pepe Imaz, que predica la fortaleza del amor y realiza diversas técnicas para impulsarlo. Fue una figura importante durante su gran bache entre 2016 y 2018.

Un equipo variado y cambiante con el que ha ido enriqueciendo todos los ámbitos de su juego, su físico y su psicología.

Gestión del tiempo

Novak Djokovic entiende el ritmo y las dinámicas de juego como un punto trascendental en un partido, y trata de manejarlos. Es una de sus costumbres más polémicas. Cuando el juego se pone cuesta arriba, suele frenar el partido, incluso pidiendo asistencia médica (dentro de los límites del reglamento) y.

Respira, toma aire, come algo. Deja que los nervios se templen, que la presión se enfríe, que el ánimo rival (consciente de lo que Nole pretende) decaiga poco a poco. Y vuelve a la cancha.

Es una de las cuestiones que más pueden irritar a sus rivales. Por contra, Djokovic es un habitual del aplauso y el reconocimiento en pista cuando su contrincante realiza un golpe sobresaliente.

Son algunas de las fortalezas de un deportista de leyenda aplicables a los negocios, el emprendimiento y, por supuesto, a cualquier otro ámbito de la vida.

Borja Santamaría

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