Carlos Miguel Pérez, un cubano a la vanguardia del big data

Por [email protected] | diciembre 14, 2022

América Latina es tierra de startups. La aparición de nuevos proyectos y empresas es una realidad instalada en el día a día de la región. Sin embargo, en Cuba, el movimiento todavía es incipiente. En octubre de 2021, se oficializó la primera mipyme oficial del país, Dofleini Software. Un proyecto que nació con 6 socios y 40 empleados dedicado al desarrollo de productos con valor agregado de big data, inteligencia artificial y blockchain. A los mandos, el considerado como uno de los CEOs más influyentes de Latinoamérica: Carlos Miguel Pérez.

El interés de Pérez por la tecnología y el emprendimiento viene de lejos. A la edad de 15 años, comenzó su formación en el Instituto Politécnico de Informática de La Habana, donde hace contacto con el mundo del desarrollo de software. Se licenció como Ingeniero en Ciencias Informáticas por el Centro de Matemática Computacional de la capital cubana, para posteriormente obtener un doctorado en la materia.

Tras un año y medio en la sede cubana de la consultora informática SOAINT, trabajando como desarrollador de soluciones para el trabajo interconectado de empresas, en 2016 se lanzó a emprender.

Es el fruto de su vocación. “Mi pasión siempre ha sido traer innovación al desarrollo de software», explica en su cuenta de LinkedIn. “Por eso he dedicado mi carrera profesional a construir una compañía alrededor de la inteligencia artificial, el big data y la tecnología en todos sus campos“.

Seis años después de su fundación, Dofleini tiene 50 empleados y ofrece servicios como el desarrollo de software, consultoría informática y transformación digital para empresas, además de los relacionados con big data e inteligencia de negocios. Pone a disposición de sus clientes una red colaborativa de más de 3 mil miembros.

Retos de operación

En 2020, el gobierno cubano abrió la mano a exportaciones de este tipo de servicios tecnológicos, siempre con la medicación de una empresa estatal. Dofleini fue una de las primeras en lanzarse, a través del mediador Desoft. Los resultados están siendo positivos, situando al emprendedor como uno de los nombres de referencia entre las startups tecnológicas de la región. Sin embargo, el proceso tiene algunos inconvenientes que el propio Pérez refleja en la web corporativa de la empresa.

“Nosotros gestionamos el 100% de nuestros clientes, sabemos quiénes son y lo que quieren. Una vez que está todo bien maduro, se lo presentamos a Desoft“, apunta. “El papeleo a veces demora entre dos y tres meses, porque la empresa que pretende contratar tus servicios debe demostrar si tiene el dinero para pagar, si su banco puede transferir el dinero a Cuba y si es de origen cubano cumplir otras características especiales“, una situación que, según lamenta, les ha hecho perder clientes.

El CEO de Dofleini insiste en que se trata de un mercado muy competitivo a nivel internacional, por lo que “de existir una ligera traba que impida, ya sea el pago –uno de nuestros grandes problemas por el bloqueo– o la contratación eficiente, el cliente se va y busca otra empresa”. Además, según detalla la web corporativa, Desoft se lleva el 3 % del 80 % de cada servicio.

Así, pese a haber logrado el apoyo estatal para convertirse en mipyme oficial, accediendo a diferentes condiciones en aspectos como la financiación o las exportaciones, Pérez señala que volar solo en el campo de las exportaciones facilitaría el crecimiento de la empresa. “Lo haríamos con total transparencia, en cuanto a impuestos, ingresos y cantidad de clientes, y siempre de conformidad con lo establecido en el país“. Mientras, siguen trabajando con empresas cubanas para avanzar en la transformación digital de la isla caribeña.

Borja Santamaría

Recomendamos: Tres consejos sobre resiliencia de Belén Garijo, CEO de Merck

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.