En el solemne marco de las Naciones Unidas, una institución que usualmente aborda los complejos problemas que afectan a la humanidad, hoy le hizo espacio al deporte. En este contexto, ante el pleno del organismo, Janet Rivera de Mejía pronunció uno de los discursos principales. Esto durante la ceremonia conmemorativa del nuevo día mundial que, por resolución de la asamblea general, se celebrará cada 25 de mayo.
Rivera de Mejía comenzó su intervención destacando: “Esta celebración refuerza la importancia de este deporte como un puente entre culturas y un catalizador de cambio positivo”. La oradora subrayó que “en la República Dominicana, el fútbol ha demostrado ser una herramienta poderosa para el desarrollo social. Es una industria joven, pero en rápido crecimiento, construyendo puentes hacia comunidades vulnerables y evolucionando hacia lo que siempre ha sido: un deporte con un lenguaje universal”.
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Finalizó su discurso con un reconocimiento especial: “Quiero tomar la oportunidad para reconocer a los jóvenes atletas, los entrenadores y todos aquellos que trabajan incansablemente para hacer del fútbol un deporte accesible y transformador en todo el mundo y, en particular, en la República Dominicana”.
La Copa Mundial de Fútbol Femenino en Santiago es una parte crucial del impulso turístico que la ciudad necesita. Este evento no solo pondrá a Santiago en el mapa de los destinos internacionales, sino que también promoverá la realización de más eventos y atraerá la atención de lugares que posiblemente nunca antes habían oído hablar de esta vibrante ciudad.
El éxito de los equipos de fútbol depende en gran medida de la recepción de fondos, sin los cuales sería imposible impulsar el talento. En este ámbito, Janet Rivera ha jugado un papel crucial en la gestión de los fondos que recibe anualmente la Federación Dominicana de Fútbol (Fedofútbol). Como tesorera del organismo rector del fútbol dominicano, Rivera se ha encargado de administrar los recursos económicos que cada cuatro años la FIFA otorga para el desarrollo del fútbol en el país.
La relación de Janet Rivera con el fútbol no surgió de inmediato; de hecho, tomó tiempo para cristalizarse. En su hogar, el deporte dominante era el karate, influenciado por su hermano Tony Rivera, uno de los principales exponentes de esta disciplina en la República Dominicana. Además, el tenis de mesa también ocupó un lugar destacado en su familia gracias a su esposo Ramón Hipólito Mejía, quien ha sido un ferviente promotor de este deporte.
El verdadero valor de su experiencia quedo develado, en una entrevista especial para revista Mercado. Dentro del marco de la edición de la revista Mercado Women 50 Mujeres de Poder y Éxito: El valor de la Experiencia, se generó un espacio de conversación, donde surgió la maestra del futbol, más allá de la gestión que ha hecho.
Entonces, ¿Cómo nació su vínculo con el fútbol? Esta interrogante fue respondida por la propia Janet en una entrevista: “De la forma más hermosa que uno puede pensar, a través de la pasión de un hijo”. Hace siete años, su hijo menor, Sebastián Ramón, ahora de 14 años, comenzó a jugar fútbol en la escuela del Barca. Ante una crisis financiera que amenazaba la continuidad de la escuela, Janet sintió la necesidad de intervenir. “Sentí que tenía que hacer algo porque es tan bella esa institución y tan importante esa sombrilla que sentí la motivación de hacer un esfuerzo extraordinario”, explicó Janet.
Así, su dedicación y amor por el fútbol, nacidos del deseo de apoyar a su hijo y preservar una institución que considera valiosa, han llevado a Janet Rivera a desempeñar un papel fundamental en el desarrollo del fútbol dominicano a través de su gestión en Fedofútbol.
