María del Pino Calvo-Sotelo, nacida el 19 de marzo de 1956 en Madrid, es un enigma fascinante en el panorama empresarial español. A pesar de ser la segunda mujer más rica de España, solo superada por Sandra Ortega, y seguida por Alicia Koplowitz y Hortensia Herrero, ha mantenido una vida privada casi impenetrable. Apenas existen un puñado de imágenes suyas y ninguna con su marido o sus tres hijos. Además, solo ha concedido una entrevista, realizada hace más de una década.
Hija de Rafael del Pino, el legendario fundador de Ferrovial, y Ana María Calvo-Sotelo, hermana del ex presidente del gobierno, María del Pino es la mayor de cinco hermanos y la presidenta de la Fundación Rafael del Pino. Se estima que su patrimonio asciende a más de 2.500 millones de euros, cifra que algunos elevan a 3.400 millones de dólares. Este vasto patrimonio incluye los suculentos dividendos anuales de Ferrovial.
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El habitual anonimato de la familia Del Pino se ha visto alterado recientemente por la decisión de trasladar la sede de Ferrovial a Holanda y por una auditoría general anunciada por Hacienda, devolviendo a la palestra mediática a los miembros más destacados de esta dinastía empresarial.
María del Pino estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Complutense de Madrid y trabajó como becaria en la Comisión Europea en Bruselas. A su regreso a España en 1979, se unió a la Secretaría de Relaciones Internacionales de UCD. Su carrera en Ferrovial comenzó tras cursar un postgrado en el IESE. En 1985, se mudó a Estados Unidos con su entonces novio, y hoy marido, para seguir una oportunidad profesional.
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A su regreso, se dedicó a su familia y a la ONG Codespa hasta el año 2000, cuando su padre creó la Fundación Rafael del Pino y la nombró presidenta. Desde entonces, ha supervisado la concesión de cientos de becas y la organización de eventos profesionales y culturales.
Tras la muerte de su padre en 2008, María del Pino heredó alrededor del 8% de las acciones de Ferrovial y forma parte del consejo de administración de la compañía, que dirige su hermano Rafael. Sus otros tres hermanos, Fernando, Leopoldo y Joaquín, se han desvinculado de la empresa tras varias disputas internas y una reorganización de las participaciones en 2015.
Además, María del Pino representa a la sociedad Menosmares, S.L., es presidenta del consejo de administración de Casa Grande de Cartagena y vicepresidenta del consejo de administración de Pactio Gestión.
A pesar de su perfil empresarial y filantrópico destacado, María del Pino ha logrado mantener su vida privada fuera del foco mediático. Forma parte del Patronato Princesa de Asturias y ha sido miembro de la Fundación Codespa y de la Asociación Española contra el Cáncer, entre otros.
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En la única entrevista que ha concedido, María del Pino habló de su afición por la lectura, los partidos de tenis, las cenas y sesiones de cine con su marido, y los viajes. Sus tres hijos, que deben rondar la treintena, se mantienen completamente alejados del ojo público, y sus nombres siguen siendo un misterio.
María del Pino Calvo-Sotelo es un ejemplo de cómo gestionar una fortuna colosal. Además de gestionar una destacada carrera empresarial manteniendo, al mismo tiempo, una vida privada herméticamente cerrada. Su capacidad para combinar discreción con éxito empresarial la convierte en una figura única en el panorama económico español.
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