La campaña presidencial de Kamala Harris ha marcado un nuevo hito en la historia política estadounidense, al recaudar la impresionante cifra de 540 millones de dólares en tan solo un mes. Este logro se produce después de la sorprendente renuncia de Joe Biden a la reelección, dejando el camino abierto para que Harris se postule como la candidata demócrata a la presidencia.
Según la jefa de campaña, Jen O’Malley Dillon, la magnitud de esta recaudación es inédita, no solo por su volumen, sino por la velocidad con la que se ha alcanzado. La recaudación récord de Harris supera cualquier cifra lograda por campañas anteriores, y destaca el enorme entusiasmo generado por su discurso en la convención demócrata en Chicago. En menos de tres días, la campaña logró reunir 40 millones de dólares, lo que evidencia un respaldo masivo y contundente.
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Un aspecto notable de esta recaudación es la participación de grupos que tradicionalmente han sido claves para los demócratas: las mujeres y los jóvenes. Un 66 % de los donantes son mujeres, y un 20 % corresponde a jóvenes que contribuyen por primera vez. Las profesiones más comunes entre los donantes incluyen a profesores y enfermeras, lo que resalta la conexión de Harris con sectores esenciales de la sociedad.
De cara al Día del Trabajo, Harris y su equipo planean utilizar estos recursos para fortalecer su campaña en territorios clave, sin dar nada por sentado. Se espera que la campaña continúe movilizando a los votantes con energía renovada, mientras Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, se preparan para visitar Georgia, un estado decisivo en las próximas elecciones.
Por otro lado, la campaña del expresidente Donald Trump informó que recaudó 139 millones de dólares en julio, con un total acumulado de 327 millones al inicio de agosto. Aunque estas cifras son impresionantes, el ritmo y la magnitud de la recaudación de Harris subrayan una diferencia significativa en el entusiasmo de los votantes.
El récord de recaudación de Kamala Harris no solo refleja un apoyo sin precedentes, sino que también marca un cambio en la dinámica de la carrera presidencial. Con una base sólida y recursos abundantes, Harris se perfila como una contendiente formidable en las elecciones de 2024.
