La realidad de las ofertas fantasma para mujeres en el mercado laboral digital

Se dice que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo, y ciertamente lo es. Mantener una actitud positiva es esencial para no desanimarse, según los expertos, pero a veces el descontento y la frustración empiezan a hacer mella. Especialmente cuando la falta de respuestas por parte de empresas y reclutadores, o en el mejor de los casos, los correos electrónicos de rechazo, se vuelven la norma. «¿Será que mi trayectoria y experiencia son tan poco atractivas que ni siquiera merezco una entrevista?», se puede preguntar ante estas ofertas fantasma.

Sin embargo, a menudo esta ausencia de respuestas va más allá de nuestras habilidades y competencias. ¿Son las ofertas de trabajo fantasma las que están complicando nuestra búsqueda de empleo?

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“Las ofertas de trabajo fantasma se pueden definir como anuncios publicados por empresas que, en realidad, no tienen la intención de contratar a nadie para el puesto, o porque no tienen vacantes reales. Es decir, son ofertas engañosas porque no existe un empleo real vinculado a ese anuncio. Dentro de este tipo de ofertas también se incluyen las fraudulentas, diseñadas para estafar a los solicitantes pidiendo información personal o incluso dinero sin ofrecer un empleo”, explica Mónica Pérez, directora de comunicación, estudios y RRII de InfoJobs.

La era digital multiplicó a las ofertas fantasma

Este fenómeno no es nuevo; de hecho, este tipo de ofertas han estado presentes en el mercado laboral desde hace mucho tiempo. Pero ha empeorado con la era digital, a pesar de que, teóricamente, la tecnología debería facilitar el proceso de búsqueda para todas las partes involucradas. Si visitamos plataformas de empleo, las plazas parecen existir, pero muy pocos usuarios obtienen una respuesta de las empresas detrás de esos anuncios.

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¿Cuáles son las razones? La respuesta no es simple. En algunos casos, se trata simplemente de anuncios que aún no se han retirado para puestos que ya han sido cubiertos, pero en otros casos, nunca se planeó cubrirlos. Estas ofertas fantasma son un obstáculo cada vez más común para los solicitantes de empleo.

Es evidente que esta táctica puede ser ventajosa para algunas empresas, pero representa un gran obstáculo para los candidatos en la ya ardua y frustrante búsqueda de empleo. La mayoría de los procesos digitales implican rellenar interminables formularios con numerosos detalles sobre tu trayectoria laboral, adaptar el currículum a la oferta y la empresa en cuestión, redactar una carta de presentación… Muchas horas y esfuerzo que, a menudo, parecen perderse en un agujero negro, sin importar el sector profesional.

“Esta práctica puede ocurrir en cualquier industria y empresa, independientemente de su tamaño. Sin embargo, es más frecuente en aquellos ámbitos con alta competencia o mercados laborales dinámicos, como el sector TIC o ventas y marketing”, señala Pérez.

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A pesar de esto, la buena noticia es que existen indicios que pueden ayudarnos a identificar estas prácticas. Verificar la fecha de publicación de la oferta (cuanto más tiempo lleva abierta, más probable es que se trate de una oferta fantasma), descripciones vagas del puesto, salarios excesivamente altos o requisitos mínimos son algunas señales de alerta a las que debemos prestar atención. “Siempre es crucial investigar cualquier oferta de trabajo antes de comprometerse. Si algo parece sospechoso, es mejor desconfiar y asegurarse de su autenticidad antes de enviar cualquier información personal”, aconseja la experta.

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