¿Tu jefe te da migajas? Aprende a enfrentar el Breadcrumbing laboral

El breadcrumbing, o «migajas de pan» en inglés, no es solo un término conocido en el mundo del dating online y aplicaciones como Tinder. También se presenta en relaciones de pareja y algunas amistades tóxicas. En estos casos, una persona se muestra entregada mientras la otra solo muestra interés de manera intermitente. Este comportamiento nunca llega al ghosting, y precisamente ahí radica el problema: el breadcrumbing consiste en mantener viva la atención y la esperanza de una relación con futuro, alimentándola con pequeñas dosis de afecto e interés, intercaladas con periodos de aparente desinterés. Los mismo pasa con el Breadcrumbing laboral.

Breadcrumbing en el entorno laboral

Este fenómeno ha trascendido al ámbito laboral. La headhunter Jessica Cambray, asesora de empleabilidad y Top Voice LinkedIn 2022, define el breadcrumbing laboral como un «comportamiento de comunicación efímera basado en promesas no cumplidas y en el involucramiento superficial en proyectos o tareas». Cambray advierte que estas actitudes no solo afectan la moral de los empleados, sino también la productividad de las empresas.

En realidad, el breadcrumbing es el término moderno para una práctica antigua: el refuerzo intermitente, una forma de condicionar el comportamiento humano mediante pequeñas dosis de comunicación, estímulos y recompensas, que no siempre se administran inmediatamente después de la respuesta deseada. En la oficina, estas migajas emocionales son concesiones esporádicas de tu jefe para mantener tu interés y asegurarse de que no te vayas, sin que las promesas lleguen a materializarse. Con el auge del teletrabajo, este fenómeno se ha intensificado.

Señales de alerta del Breadcrumbing laboral

Detectar si eres víctima de breadcrumbing laboral no siempre es fácil, pero hay señales que pueden indicarlo. Las promesas de ascensos que nunca se concretan mientras otros compañeros sí son promovidos, o la contratación de nuevos empleados para puestos que parecían destinados a ti, son algunas de las red flags. Lo mismo ocurre con las subidas de sueldo prometidas que nunca se materializan.

Además de las falsas promesas, también puedes notar respuestas evasivas, pretextos vagos cuando lo apalabrado no se cumple, falta de comunicación, cumplidos reiterados sin ninguna recompensa, y ausencia de oportunidades de formación. Todas estas actitudes tóxicas tienen un objetivo: mantenerte ocupada y distraída sin que nada realmente cambie.

Estas prácticas generan una sensación de estancamiento y falta de desarrollo profesional que alimenta la desmotivación. La evidencia de que ocupas un puesto sin futuro se hace cada día más clara, afectando negativamente tanto tu moral como la productividad de la empresa.

¿Cómo evitar el Breadcrumbing laboral?

Este fenómeno afecta principalmente a los trabajadores en plantilla, pero también puede ocurrir durante procesos de selección interminables. Las falsas promesas, como bonos por objetivos o oportunidades para viajar, pueden comenzar incluso antes de que te incorpores al puesto.

Una vez detectado el problema, es crucial saber enfrentarlo. Sé proactiva: pide una reunión de seguimiento con tu responsable y plantea tus preocupaciones. Es el momento de compartir tus objetivos profesionales y hablar de cómo tu desarrollo profesional podría beneficiar a la empresa.

Presenta tu contribución en forma de resultados medibles, como un aumento de los ingresos en tu área de responsabilidad. Si la respuesta sigue siendo vaga, trata de concretar estableciendo un calendario tentativo y, mejor aún, consigue que la oferta quede por escrito. Asegúrate de que ese rastro de migas lleva a alguna parte.

El breadcrumbing laboral es un fenómeno real que puede afectar gravemente tu desarrollo profesional y la moral de la empresa. Reconocer las señales de alerta y tomar medidas proactivas es esencial para evitar caer en esta trampa. Al final del día, mereces un entorno de trabajo que valore tu esfuerzo y te ofrezca oportunidades reales de crecimiento.

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