Después de seis años de ausencia, el icónico Victoria’s Secret Fashion Show ha vuelto con fuerza, renovando su enfoque para adaptarse a los tiempos modernos.
Este evento, que ha sido una tradición anual desde 1995, no solo marca un regreso esperado. También una reinvención de la marca, centrada en la diversidad y la inclusión.
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Aunque no se ha revelado el costo exacto del desfile de 2024, los eventos anteriores ofrecen una idea aproximada. En 2016, el show tuvo un costo de 18 millones de euros (US$19,60 millones). Mientras que en 2017 y 2019 las cifras rondaron los 12 y 10 millones de euros, respectivamente. Este impresionante gasto demuestra el compromiso de la marca por ofrecer un espectáculo de primer nivel.
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Para los seguidores más fieles, Victoria’s Secret lanzó una colección exclusiva del backstage, disponible en su página oficial. Desde batas y sombreros hasta chaquetas bomber de edición limitada, los artículos de la colección varían en precio, desde unos calcetines a US$14,5 hasta la chaqueta más cara por US$99,95. Esta línea no solo permite a los fans tener un pedazo de la historia del desfile, sino también conectar con la nueva imagen que la marca está construyendo.
En total, 52 mujeres de 25 países participaron en este esperado desfile, demostrando la promesa de la marca de evolucionar junto con sus audiencias. «Hemos leído los comentarios y los hemos escuchado; este show reflejará quiénes somos hoy», declaró Victoria’s Secret, reafirmando su compromiso con una representación más auténtica y diversa en sus eventos.
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Entre las artistas destacadas se encontraban la tailandesa Lisa, la sudafricana Tyla y la legendaria Cher, quienes ofrecieron actuaciones que resonaron con el nuevo espíritu de la marca. Además, el desfile reunió a modelos de distintas generaciones, desde las hermanas Hadid hasta la cantante y actriz francesa Carla Bruni, quien, a sus 56 años, desfiló con un conjunto de lencería negra, luciendo con orgullo las icónicas alas. La presencia de Kate Moss y su hija Lila Moss, de 50 y 22 años respectivamente, también representó una simbólica conexión entre generaciones.
Victoria’s Secret no solo ha regresado con un espectáculo visual impresionante, sino también con un mensaje claro: la marca está dispuesta a escuchar y evolucionar. El desfile de este año no solo fue un despliegue de moda, sino una declaración de que la diversidad y la inclusión son pilares fundamentales de su futuro.
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