La brecha salarial de género ha sido un desafío persistente para las mujeres durante años. Sin embargo, los datos más recientes del gobierno federal revelan un problema aún más grave para un grupo de edad específico: las mujeres mayores de 50 años.
La vulnerabilidad de este grupo, queda manifiesto en muchos países de América, donde la contratación subpagada de las mujeres es la norma.
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Según la Oficina de la Mujer del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, las mujeres de 50 años o más que trabajan a tiempo completo y durante todo el año ganan, en promedio, 75 centavos por cada dólar que ganan sus homólogos masculinos. En contraste, las mujeres de entre 20 y 29 años ganan 93 centavos por cada dólar que ganan los hombres.
En 2022, las mujeres de entre 50 y 59 años que trabajaban a tiempo completo ganaron aproximadamente 56.000 dólares anuales, unos 18.300 dólares menos que los hombres. Las mujeres de entre 60 y 69 años ganaron unos 18.800 dólares menos que sus homólogos masculinos, y las mujeres de 70 años o más cobraron unos 16.000 dólares menos que los hombres del mismo grupo de edad. La brecha salarial es menos pronunciada entre las mujeres más jóvenes, con una diferencia anual de 2.900 dólares entre las mujeres de 20 a 29 años y sus contrapartes masculinas.
Las mujeres podrían perder aproximadamente 399.600 dólares a lo largo de una carrera de 40 años debido a la brecha salarial de género. Para las mujeres latinas y nativas, las pérdidas pueden superar el millón de dólares, y para las mujeres nativas hawaianas y de otras islas del Pacífico, las pérdidas se acercan a un millón de dólares. Las mujeres negras también enfrentan pérdidas significativas, cercanas a los 900.000 dólares.
A pesar de los esfuerzos por cerrar la brecha salarial de género en Estados Unidos, apenas ha cambiado en los últimos 20 años, según el Pew Research Center. Aunque las mujeres suelen empezar sus carreras ganando casi lo mismo que los hombres, a medida que envejecen y avanzan en sus carreras, tienden a ganar menos en comparación con los hombres.
La brecha salarial persiste incluso cuando más mujeres que hombres se gradúan de la universidad. La diferencia de ingresos entre hombres y mujeres con educación universitaria es tan grande como la diferencia entre hombres y mujeres sin título universitario, lo que indica que otros factores dificultan que las mujeres ganen tanto como los hombres a pesar de tener la misma educación.
Los estudios han identificado varias causas de la brecha salarial de género:
Misty Gaither, vicepresidenta de diversidad, equidad, inclusión y pertenencia en Indeed, sugiere tres formas en las que las organizaciones pueden trabajar para cerrar la brecha salarial de género:
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