En la última actualización del litigio por discriminación de género contra Nike, el gigante de la indumentaria ha mantenido su postura firme sobre la confidencialidad de ciertos documentos relacionados con el caso. Esta demanda, que se remonta a marzo de 2018, ha revelado profundas preocupaciones sobre la cultura corporativa de Nike, marcada por acusaciones de acoso sexual y desigualdad salarial.
El 16 de julio, los abogados de las demandantes, un grupo de ex empleadas de Nike, presentaron una moción para determinar si la empresa tiene una justificación válida para mantener algunos documentos bajo secreto. Aunque la moción se presentó bajo confidencialidad, Nike respondió públicamente el 30 de julio, calificando la moción de “desperdicio de tiempo y recursos” y defendiendo la necesidad de mantener ciertos documentos en secreto.
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La demanda comenzó tras las revelaciones del Wall Street Journal sobre quejas internas en Nike, y posteriormente se reportaron alegaciones de una cultura corporativa descrita por algunos como un “club de hombres”. Los documentos en disputa incluyen encuestas realizadas en 2018 que buscan medir la presunta conducta abusiva dentro de la empresa. Aunque algunas de estas encuestas han sido divulgadas, muchas permanecen confidenciales.
Nike ha argumentado que la divulgación de estos documentos podría identificar a los empleados que presentaron las denuncias, lo que, según ellos, sería inapropiado y perjudicial. En respuesta a la filtración de documentos confidenciales por parte de la abogada de las demandantes, Laura Salerno Owens, Nike ha señalado que los demandantes podrían estar intentando usar los documentos para fines ajenos al litigio.
En abril, un juez confirmó el derecho del Oregonian a informar sobre los documentos filtrados, mientras que Nike había prometido hacer pública la mayoría de las pruebas del caso, excluyendo detalles específicos sobre los empleados y análisis de desigualdad salarial. Las encuestas internas reveladas han mostrado acusaciones serias, como la de un ejecutivo involucrado en actividades inapropiadas en el gimnasio de la empresa.
Nike ha declarado que la divulgación adicional solo promovería el escándalo público y crearía un circo mediático. Con el caso acercándose a un juicio después de casi seis años desde su presentación, aún no se ha fijado una fecha para el juicio debido a las disputas en curso sobre la presentación de pruebas.
“Nike está dispuesta a fijar una fecha para el juicio sobre las reclamaciones de los demandantes nombrados para que puedan resolverse. Los demandantes deberían priorizar lo mismo”, concluye la moción de Nike.
A pesar de las acusaciones, Nike continúa negando las afirmaciones de discriminación y reafirmando su compromiso contra cualquier forma de desigualdad.
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