Dior nombra a Emma Raducanu como su nueva embajadora de moda y belleza

No solo se ha destacado como tenista sino que ahora atrae la atención de grandes anunciantes. Dior, Tiffanys y Aston Martin son algunas de las marcas que están apostando a ella como la nueva mina de oro, luego de que el US Open la viera nacer como campeona. Este año, Emma Raducanu se convirtió en la primera mujer en ganar un Grand Slam en 44 años y eso significa mucho.

La chica que decía que con el premio del US Open podría comprarse unos AirPods, ahora es el sueño de cualquier especialista en marketing para asociar su marca a una cara como la de la tenista de 18 años. Está demostrando que puede llegar a convertirse en una de las deportistas que mejores pagadas del mundo.

Desde hace mucho, el mundo del deporte está acostumbrado a que sus grandes estrellas aparezcan como las caras visibles de las principales marcas. El del tenis es particularmente especial con los ejemplos de las hermanas Williams o Maria Sharapova como grandes referentes a la hora de compatibilizar la vida deportiva con ser imagen de publicidad. Es más, Emma Raducanu trabaja con Max Eisenbud, el hombre que hizo de la rusa una auténtica máquina de billetes.

Cuesta aún pensar que una joven de 18 años esté preparada para todo esto, especialmente tras las declaraciones que brindó luego de su victoria. «Ella es una niña de mil millones de dólares no hay duda de eso. Ella es el verdadero negocio. No es solo que juegue un tenis extraordinario, también es su origen, su origen étnico, su libertad de espíritu. A la gente también le encanta el hecho de que ella es vulnerable, pero se ríe de las presiones», explicaba Mark Borkowski, un experto en relaciones públicas en The Guardian este año.

Sin embargo, este tipo de declaraciones deben ser puestas bajo confirmación, luego de la ola de dimisiones deportivas por salud mental y colapso de importantes figuras femeninas de la escena. Emma Raducanu es toda una joya publicitaria que está comenzando a hacer una fortuna desde muy joven. Después de Tiffany and Co. y Aston Martin, esta vez ha sido Dior quien la ha nombrado nueva embajadora. Su nombre a partir de ahora aparece junto a Bella Hadid, Rihanna, Natalia Portman, Jennifer Lawrence o Charlize Theron como imagen de ‘La Maison‘. Pero esto es solo el comienzo de una carrera algo más que portentosa tanto dentro como fuera de las canchas.

Exótica y empoderada

Su combinación racial al tener ascendencia asiática y de Europa del Este a la vez, habiendo nacido en Canadá pero eligiendo la nacionalidad británica, es un factor clave para captar la atención. La tenista más joven en ganar un Grand Slam desde Sharapova en 2004 dice que no ha mirado su cuenta bancaria para ver el dinero que tiene en ella: «Realmente no pienso en el lado del dinero, simplemente me encanta competir». Es otro aspecto de su personalidad que encandila a las marcas.

Emma estaba recibiendo sus habituales clases en el Newstead Wood School, el centro al que pertenece y en el que se está formando para tener una preparación académica más allá de su carrera profesional como deportista, hace dos días prácticamente y ahora acapara todos los focos. Ahora cuenta con acuerdos profesionales con Nike y Wilson, a los que se han agregado Tiffany’s, cuyo contrato se dice que tiene siete cifras, y Aston Martin, la marca de coches británica por excelencia.

Está lidiando a la vez con la presión de todo un país que busca un ídolo desesperadamente tanto en el cuadro masculino como en el femenino. Mientras se ha convertido en la referencia de todo Reino Unido, también se gana a Asia al hablar un mandarín fluído ya que su madre es China. También tiene capacidad para hablar en el idioma de su padre, el rumano. Ese carisma puede ser vital para llenar el vacío que ha dejado Andy Murray. (NF)