El 25 de marzo dio inicio la subasta de un total de ocho paquetes de inmuebles en las oficinas de JLL Subastas, con lo que instituciones financieras buscan monetizar inmuebles que personas no pudieron pagar y, así, contar con recursos para continuar ofreciendo sus servicios.
“Empezamos con subastas donde la mayoría de nuestros activos eran inmuebles adjudicados. Hoy, la subasta contiene, más o menos, la mitad de inmuebles adjudicados de instituciones financieras, y la mitad son inmuebles totalmente regulares, de portafolios; son inmuebles individuales”, explica Héctor Klerian, director general adjunto de JLL México, antes de que se dieran a conocer las ofertas por estos activos.
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“Un remate bancario es cuando un banco da un crédito hipotecario –quiere decir que hay un inmueble de por medio- y el acreditado no pagó el crédito y el banco demandó por la garantía, que en este caso es el inmueble”, explicó Samuel Montañez, académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana (UP).
En esta subasta, la cuarta que lleva a cabo JLL junto con Moratus bajo la coordinación de Dorantes, se recibieron 8 ofertas, siete electrónicas y una física –en sobre cerrado-, siete por paquetes y una por tres inmuebles de un paquete, por lo que en esta última no se llevó a cabo el procedimiento tradicional, pero sí se presentó la oferta al dueño para que la considere.
En ocasiones, dependiendo si es una propiedad irregular o no, es decir, que tenga pendientes jurídicos o de pago de derechos, es posible que se vendan con descuentos que van del 20% al 50%.
Sin embargo, no se trata de una alternativa para todo tipo de inversionistas, “de preferencia para inversionistas especializados, de medianos hacia arriba, con expertise en resolver los pendientes inmobiliarios”, subrayó Javier Dorantes, socio director de su empresa Moratus, firma especializada en la monetización de activos (subastas), y maestro en Gobierno y Políticas Públicas de la UP.
Existen dos tipos de subasta: a martillo, donde los participantes van ofreciendo distintas cantidades hasta tener un ganador. Y a sobre cerrado, donde solo se puede hacer una oferta por paquete; participando por varios paquetes si así lo desean pero con una sola oferta en cada uno, y no se conocen los montos hasta que se cierra la convocatoria.
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