Dirigentes políticos de aproximadamente 200 países se reunieron en el 2021 en la cumbre del clima que se celebró en Madrid, no sin contar con la participación de miles de activistas cuyo propósito era llamar a la acción inmediata. Bajo la mira de empresarios y científicos buscaron de soluciones para frenar el calentamiento global. Pero el reto es de todos, y las pequeñas acciones también cuentan y pueden marcar la diferencia.
La movilidad urbana es de principales causas de la crisis climática, debido a la cantidad de emisiones contaminantes que aportan a la atmósfera el transporte tanto aéreo como terrestre, según la ONU. Por eso, es especialmente importante tratar de ser sostenibles en nuestros desplazamientos, utilizar el transporte público, la bicicleta, las alternativas eléctricas y, por supuesto, nuestras piernas siempre que sea posible.
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Una vez en la oficina, la base para lograr un espacio laboral eco-friendly está en las tres R que lo resumen todo: reciclar, reutilizar y reducir consumo. Si ya intentas ser sostenible en casa, serlo en tu lugar de trabajo no te resultará complicado. Quizás este compilado de consejos avalado por expertos y recogido en Vogue Business pueda ayudarte:
Ahorra energía
Lo ideal sería utilizar energías renovables e incluso hacer una auditoría energética para saber cuál es nuestro consumo real y poder mejorar nuestros hábitos, es una forma de reducir no solo la huella de carbono sino también la factura de la luz. Pero incluso si no tenemos esta posibilidad, hay muchas más acciones que están a nuestro alcance.
1. Apostar por bombillos LED: Las de buena calidad pueden durar hasta 25 veces más que las bombillas convencionales, pero además utilizan un 75% menos de energía. Además, no se calientan tanto y, como apunta un estudio de Ikea, superan en eficiencia, efectividad y sostenibilidad a cualquier otra fuente de luz.
2. Desconecta los aparatos que no están en uso: Dejar las computadoras encendidas o en reposo se ha convertido en una costumbre muy extendida en las empresas. Sin embargo, cuando los equipos no van a ser utilizados durante más de una hora se aconseja desconectarlos, ni siquiera que un dispositivo esté apagado no significa que no esté consumiendo. Una regleta que se pueda encender y apagar es una opción adecuada.
Piensa verde
El papel y el cartón conforman el 90% de los residuos que se generan en una oficina, según un estudio de la empresa Faxvirtual, sin embargo, la tecnología hace cada vez más innecesario el gasto de papel.
3. Usa papel reciclado: Reducir su uso es lo más importante, pero como las oficinas 100% libres de papel todavía son una utopía, al menos que se use reciclado y libre de cloro. Una buena opción es colocar una cajita de hojas que se pueden reutilizar, junto a la impresora por ejemplo.
4. Imprimir a doble cara: Cuando resulta necesario obtener la información en formato físico, es aconsejable hacerlo a doble cara para así aprovechar mejor los folios. Puede programarse esta opción por defecto en la impresora, para no tener que marcarla con cada impresión.
Dile no al plástico
5. Evitar los plásticos: Especialmente cuando se trata de objetos de un solo uso, debe desaparecer. Tanto los vasos o botellas de plástico para el agua como los de cartón para el café deben ser sustituidos por vidrio o cualquier otro material de larga durabilidad. Esto debería ser uno de los primeras leyes de los espacios de trabajo.
6. Dar una segunda vida a las cosas: Desde los materiales que utilizamos a diario hasta los muebles de la oficina pueden tener una segunda vida. La cuarta R que debemos incorporar es la de reparar, en lugar de consumir. Si tu computadora deja de funcionar, es mucho más sostenible y económico arreglarla que comprar una nueva, cuando nos vemos en la obligación de comprar, buscar en tiendas de segunda mano es una opción, sobre todo en el caso de muebles.
7. Buscar materiales verdes: A la hora de adquirir nuevas herramientas de trabajo o mobiliario también es importante fijarse en que se trate de producto de cercanía, de materiales sostenibles y mejor aún si cuenta con un certificado de fair trade.
Trata de no llevar a cabo estas prácticas en solitario, más bien intenta que sea una responsabilidad compartida que comprometa a todos los compañeros. Sembrar la semilla de la conciencia ecológica en los demás multiplica nuestros resultados. Comenta con tus compañeros estas medidas, aconséjales cuando veas que no las cumplen, o facilítales acordarse –ya sea de reciclar los residuos o apagar las luces– con pequeños carteles. (NF)